17 de junio de 2020

Despertar para construir

Actualmente no debiese sorprender a nadie el hecho que estamos viviendo uno de los momentos más desafiantes de nuestra historia. Una pandemia que no tiene un final claro, al menos en el corto plazo. La recesión económica, que aún siquiera los expertos terminan por dimensionar, se plantea como un hecho tangible, que ya impacta a […]

Actualmente no debiese sorprender a nadie el hecho que estamos viviendo uno de los momentos más desafiantes de nuestra historia. Una pandemia que no tiene un final claro, al menos en el corto plazo.

La recesión económica, que aún siquiera los expertos terminan por dimensionar, se plantea como un hecho tangible, que ya impacta a miles de chilenos, poniendo en riesgo años de logros, sueños y anhelos.

¿Qué podemos hacer ante este sombrío escenario? La respuesta es algo que ya hemos hecho en el pasado para tantas catástrofes, pero que por alguna razón nos está resultando difícil hoy. Dejar de lado nuestras diferencias y trabajar en conjunto en la reconstrucción, ahora económica y social, de nuestro país.

Si bien vivimos momentos de angustia, la historia de la humanidad nos enseña que precisamente los momentos más difíciles han sido catalizadores de grandes avances y descubrimientos. Tenemos hoy la oportunidad y la obligación de enfrentar esto con todas nuestras energías, cuestionándonos el cómo estamos haciendo las cosas, e innovando para mejorar el futuro de nuestra nación.

Es con esta mirada, que desde el mundo de la infraestructura es posible aportar a generar propuestas innovadoras, ágiles y eficientes que permitan en tiempos de dificultades económicas hacer más con menos.

Una de estas iniciativas es utilizar activos inmovilizados del Estado para generar nuevo valor. Actualmente en todas las ciudades del país existen terrenos fiscales bien ubicados que no se están aprovechando, y que han permanecido así por largos años, generando costos y cero beneficios.

Es sobre estos terrenos que se podría proveer infraestructura valiosa para el bienestar de todos los chilenos, que podría perfectamente desarrollarse a través de modelos rentables y novedosos, donde el Estado no requiere invertir recursos adicionales ni perder la propiedad sobre ellos, generando empleo y dinamismo a nuestra economía.

La propuesta consiste en utilizar estos terrenos para construir infraestructura de vivienda pública, equipamiento urbano y oficinas públicas a través de modelos rentables y novedosos donde el Estado no requiere invertir recursos adicionales, generando empleo y dinamismo a nuestra economía. A través de la asociación público privada podemos atraer recursos del mercado financiero para invertir en estos proyectos, y al mismo tiempo en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para implementar su política de arriendo en forma más ágil y eficiente. De igual manera trabajar con los diferentes Servicios Públicos, en todas las regiones del país, en el desarrollo de instalaciones eficientes en costos y sostenibles, respondiendo mejor a las necesidades de todos los chilenos. De esta manera, utilizando lo que ya tenemos y no usamos, podemos hacer mucho.

La infraestructura ha sido y seguirá siendo un motor económico fundamental. Son las obras de diversa índole las que unen a las personas en torno a objetivos y beneficios comunes. Debemos entonces pensar de manera creativa para impulsar los cambios.

Luz Granier B. Presidente Directorio Desarrollo País (Fondo de Infraestructura S.A.)
Patricio Rey S. Gerente General Desarrollo País (Fondo de Infraestructura S.A.)

Revisa esta publicación en Linkedin aquí.

Compartir/Share

OTRAS NOTICIAS